Limpieza de persianas en Asturias

Limpieza de persianas: tutorial para dejarlas brillantes y vivir para contarlo

De pequeño tenía un amigo cuyos padres eran famosos por estar un poquito obsesionados con la limpieza.

Y si visitabas su casa era algo que podías comprobar.

Yo solía hacer el chiste de que era posible afeitarse usando el reflejo de tu cara en los azulejos del suelo.

Tenían uno de estos salones-museo que solamente estaban allí para ser admirados. 

Porque lo que es hacer vida, la hacían en una salita pequeña, con un sofá pequeño, una mesa pequeña y, en definitiva, en una estancia de segunda división.

Todo por no ensuciar el equipo de primera.

Sus padres, por supuesto, limpiaban las persianas por dentro y por fuera.

En un quinto piso.

¿Quieres saber cómo?

Por dentro es fácil, pero no tan rápido como crees

Para empezar, no se trata de darles con un poco de agua con jabón y va que chuta.

Quedan limpias, sí, pero no será muy efectivo.

Y esto no es algo que quieras estar haciendo todas las semanas o meses.

Tienes que, obviamente, bajar por completo la persiana y tener completo acceso.

Las fases que ellos ejecutaban eran las siguientes:

  1. Un aspirado intenso de la suciedad, asegurándose de cubrir todos los recovecos de las lamas y extraer el polvo acumulado en grandes cantidades. Además usaban una boquilla de precisión en el extractor.
  2. Repaso de todas las zonas de difícil acceso con un cepillo de cerdas blandas. No rayas la persiana y, si aún hay restos, se retiran con relativa facilidad si eres persistente.
  3. Ahora sí, libres de polvo en su mayor parte, se les dedica un primer frotado con un paño suave, humedecido en un poquito de agua y jabón neutro.
  4. ¿Ya luce limpia como los chorros del oro? No es suficiente, los padres de mi amigo también frotaban con un paño de algodón para secarla y acabar de limpiar cualquier pequeño resto que hubiera podido pasarse por alto. Tú mismo.

Puedes repetir los pasos del 2 al 4 todas las veces que creas necesarias hasta que tu TOC de la limpieza se sacie.

No voy a entrar aquí en cuántas veces lo hacían los padres de ‘José Luis’ (nombre inventado para preservar el anonimato de mi amigo; ¡hola José Luis si me lees!).

Créeme, vas a preferir que no lo haga.

Sigue tu instinto y decide.

¿Cansado de limpiarlas por dentro? No te vayas, ahora viene lo mejor

Cuando ya odias limpiar diferentes partes de tu casa o negocio local, todo adquiere una nueva dimensión a la hora de meterle mano a las persianas. Sean del estilo que sean.

Es probable que ahora ser el encargado de limpiar el baño te parezca una tarea de lo más zen.

Excepto si eres el padre de José Luis, vives en un quinto, y ha llegado esa maravillosa época del año en la que toca limpiar todas las persianas por fuera.

Y, por qué no decirlo, te da un poco de pereza desmontar la caja o tambor donde se guarda la persiana enrollada y emplear un día entero en dejarlas todas limpias desde dentro.

Método ‘Padre de José Luis’

El padre de José Luis se encargaba de limpiar las persianas desde fuera.

Sentado de espaldas en la cornisa de la ventana, e intentando abarcar todo lo que daba de sí la persiana con él debajo.

Sin arnés de seguridad ni nada, eso es para principiantes.

Además tenía el detalle de hacerlo en verano, sin camiseta, y obsequiando a todo el barrio con la visión de su hucha personal, allí donde la espalda comenzaba a perder el nombre.

Eso sí, las dejaba como los chorros del oro. 

Un artista.

Preserva tu existencia hasta la próxima tanda de limpieza

Si se trata de la persiana de tu negocio local, las de tu oficina, o vivienda en planta baja, solo tienes que repetir el procedimiento de limpieza interior apoyándote en una buena escalera.

La siguiente opción más recomendable si disfrutas de la vida y la persiana se encuentra en las alturas, es desmontar la caja de la persiana desde el interior y echarle paciencia.

Ya que estás ahí, tendrás que enfrentarte a toda una fauna de artrópodos y limpiar a conciencia toda la suciedad acumulada en esa zona cero.

En cuanto a la persiana, enróllala poco a poco y limpia lama a lama usando el método de:

  1. Aspirado.
  2. Frotado.
  3. Agua y jabón.
  4. Secado.

Otros métodos y gadgets

Es posible conseguir algún accesorio diseñado para limpiar las persianas por fuera sin jugarte la vida en las alturas.

Se trata de extensores que actúan a modo de alargador de tu brazo, con un paño en un extremo, para que puedas frotar una mayor superficie.

También los hay más elaborados para que no tengas que desmontar el cajón.

Son cepillos en forma de ‘U’ alargada, para que puedas cerrar la persiana con ellos debajo, y el extremo de la ‘U’ que queda por fuera te permita limpiar la persiana moviendo el artilugio desde dentro.

En mi opinión (y la de mi amigo), los resultados de estos métodos perezosos dejan mucho que desear.

Y la mala noticia es que no vas a poder contar con el padre de José Luis para que te eche una mano limpiando tus persianas. Ya se ha retirado.

Pero, si necesitas profesionales que se encarguen de tan tediosa tarea por ti, con todo un arsenal de herramientas eficaces y experiencia en estas lides, no dudes en contactarnos.

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